29 agosto, 2005

EL AMERICANO IMPASIBLE

De los más de veinte libros escritos por Graham Greene, sólo he leido dos, por tanto no puedo decir que esta sea su mejor novela, aunque sí la que más me ha gustado. A favor de la otra, El tercer hombre (que por cierto es una de las entregas de la próxima colección de La Voz, que está bastante bien) tengo que decir que fue concebida para su rodaje y supongo que eso influye mucho en su forma de ser.

"El americano impasible" se sitúa en la Indochina de mediados de siglo, cuando comienza la retirada del ejército francés, la guerrilla comunista lucha por la independencia y los EE.UU pretenden hacerse con el poder, que ellos llaman llevar la democracia a aquel “pobre e inculto pais”…(uy! ¿de qué me suena esto?) Allí un periodista británico que pasa de los cincuenta, Fowler, nos narra su historia. Es un hombre sereno, melancólico y con mucho mundo. Hace tiempo que ha dejado atrás una vida europea que no le gustaba y a una inglesa y muy católica esposa. Se ha instalado en Indochina, donde ha encontrado la vida que desea llevar. “La vida que desea llevar” tiene nombre de mujer: Phuon. Viven juntos y todo a lo que aspira es a tenerla a su lado para compartir su vejez. Ella es muy joven y encarna un poco al tópico asiático de la mujer que goza de una gran paz espiritual, no se deja alterar por lo externo. Más que vivir, fluye. Representa la más pura inocencia, aunque aspira a casarse con un hombre que la cuide y le dé esa estabilidad que justamente no hay en su país. Phuon tiene una hermana que se encarga de buscarle del modo más interesado un marido. Y encuentra al candidato perfecto, Pyle. Se trata de un ingenuo americano de la clase acomodada sin apenas experiencia que se cree todo lo que le cuenta su gobierno. Supuestamente llega al país para ayudar y llevar material médico a las zonas más desfavorecidas.
Ya tenemos los tres vértices ¡Cómo odio los triángulos! Pyle se enamora de Phuon. Fowler no consigue que su mujer acceda al divorcio. Pyle pretende “arreglar” la situación política y conseguir a Phuon. Fowler aspira a mantener su vida tal y como era antes de la aparición de Pyle.
Y Phuon…Phuon quiere a Fowler, pero…

10 agosto, 2005

LA PRINCESA PROMETIDA

Esta historia fue escrita por S. Morgensten con el fin de satirizar sobre la historia de Florín y el declive de la monarquía en la civilización occidental. Años después, el padre de William Goldman se lo leía a este (sólo las partes interesantes) mientras el niño estaba enfermo. Supongo que esto os recuerda ya algo de aquella estupenda película que lleva el mismo nombre, dirigida por Rob Reiner, la primera peli que hizo Robin Wright (supongo que todas las niñas queríamos ser como ella) Pues bien, el guión es también de Goldman, quien se encargó de resumirla (tal y como lo hacía su padre) y a quien debemos poder leerla hoy en día. Se lo debemos porque de no hacer este resumen, no se hubiese hecho la peli (el original es al parecer un VERDADERO TOSTÓN) Y si no se hubiese hecho la peli, nunca se hubiese reeditado. Por si algún despistado no la ha visto (antes creía que todo el mundo la conocía, pero con el tiempo me he dado cuenta que había muchos niños que no veían tanto la tele…) os voy a contar un poco de qué va. Y antes que nada, señalar dos cosas:
1) no es un libro cursi y empalagoso, aunque hable de amor verdadero
y
2) no es sólo un libro para niños, os aseguro que hay adultos que han disfrutado de él como niños

Aclarado esto, procedo:

Buttercup es una joven y bella granjera que se enamora de Wetsley (Carey Elwes en la peli), un muchacho muy pobre que trabaja en la granja. Él decide partir para hacer fortuna. Se juran amor eterno pero Wetsley cae en manos del temible pirata Roberts, que nunca deja víctimas vivas. Buttercup cae en el desconsuelo, pero años más tarde el príncipe Humperdick se encapricha de ella y se prometen. Días antes de la boda, ella es raptada por unos mercenarios pagados por el propio Humperdick, que pretende culpar al país vecino. Busca una excusa para declararles la guerra. Mientras, finge buscarla. Con lo que no cuenta el pomposo príncipe es con que otro hombre, misterioso, inteligente, fuerte y muy hábil con la espada irá deshaciéndose poco a poco de los mercenarios y se llevará a su prometida. Humperdick se enfurece y decide darle caza y castigo.

En fin, soy fatal sintetizando, pero creo que más o menos esta es la trama. Los mercenarios, aunque en mi resumen no lo parezca, tienen un papel muy importante y son casi los mejores personajes. Seguro que os suena aquella frase tan famosa “Hola. Me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir” Bueno, frases célebres en este libro, o en la misma película, hay unas cuantas. Hacía tiempo que tenía ganas de contaros algo de esta historia. Aunque no sea capaz de transmitirlo, que sepáis que os lo estoy contando muy entusiasmada, porque vale muchísimo la pena leerlo. Así que ya sabéis, cuando tengáis un hueco echazle un ojo. No creo que os arrepintáis.

03 agosto, 2005

SEGUNDAS OPORTUNIDADES

Pues sí. Este está siendo para mí un verano de dar segundas oportunidades, y, mirad vosotros por donde, he llegado a la conclusión de que ha sido un error. Lo he hecho con dos grandes escritores (y también con algún director de cine que además de ser pretencioso va de alternativo y no sé por qué extraña razón está tan sobrevalorado…Bueno, en fin, ni que yo fuera aquí la experta, lo que pasa es que me va lo de rajar, y ese tío me aburre infinitamente (premio si alguien adivina de quién hablo. Pista: no es Almodóvar, que por cierto, a mi sí que me gusta)) Pero hablaba de escritores, claro. El primero de ellos ha sido Tomas Mann. Me terminé su también ultra distinguida Montaña Mágica porque acabé tomándomela como un reto personal, pero o
1) soy un ente excesivamente simple (cosa que no descarto, visto lo visto)
o
2) aburre a las ovejas
Es verdad que seguramente hay un punto medio que se me pasa por alto (tan despistada soy) pero, vamos, yo no lo recomiendo, a pesar de que sea uno de los libros que a menudo aparecen en las listas de “imprescindibles” Lo leí el verano antes de irme a la facultad, o sea, a los 17 años, razón principal que me llevó a volver a leer algo suyo. Pensé que tal vez se me había hecho pesado porque en aquel momento tenía otras cosas en la cabeza y no estaba yo para razonamientos filósofo-antropofílicos (que cosas invento) ni para un plastazo tal. Así que hará cosa de un mes, le eché la mano a La muerte en Venecia. Su prota, como ya sabréis, es un viejo, también prepotente, un señor que se considera “un artista” y que es un pedante, que se enamora de un jovencito al que observa durante sus vacaciones en Venecia. A mi el chaval, por su descripción, me recuerda un poco a Dorian Gray, razón por la cual también él me cae mal. Y con un libro en que los personajes principales me parecen insoportables, pues ya me diréis que otra cosa os puedo contar, que “es una historia muy corta, pero no he tenido la voluntad de terminar de leerla”. Como lo oís. No es por desanimaros, uno tiene que juzgar por si mismo, obviamente, pero si no los leisteis aun pues yo os diría que cuando los cojáis, lo toméis con paciencia.

Al otro escritor a quien decidí reconsiderar, fue a Flaubert. Madame Bobary me la leí mucho antes que la Montaña Mágica. No recuerdo muy bien que tal lo hacía Flaubert contando la historia, pero recuerdo claramente que la historia en si me pareció HORRIBLE. Vamos, que la tal Emma era una penca que consiguió darme vergüenza ajena. Y pena. ¿Cómo se puede ser tan idiota? Bueno, a su marido también le llegaba… Vaya par, ¡por favor! He oído por ahí que La Regenta es la “versión española” de esta novela, pero ni punto de comparación. No es por ponerme ahora chovinista, ni mucho menos, pero es que La Regenta es un libro genial, Ana es una tía inteligente, y la historia engancha (nunca pensé que me fuera a enganchar, pero os lo juro, notaza para Clarín) Y nada, que tanto oír La educación sentimental por aquí, La educación sentimental por allá, pues me la he pillado en la biblioteca y en ello estoy. He leído muy poco, cuatro capítulos creo, es que la tengo muy abandonada, pero es que incluso me he puesto a leer unos relatos de Isabel Allende para amenizar, porque me cuesta horrores ponerme con ella (no se valen chistes fáciles) Esto, de momento, tampoco es muy concluyente, porque también me pasó con El Rojo y el Negro y al final, pues oye, me alegro de haberla leído. Pero vamos, que no es una lectura fácil y que para leer a la ligera, por puro entretenimiento, para mi gusto, no vale.

Las advertencias están echas. Lo que está claro, es que todas ellas están muy bien consideradas, por algo será, ¿no? Pues si lo averiguáis, informadme, por favor!