03 diciembre, 2005

ALEMANES BUENOS

Hace ya tiempo que no escribo…así que va siendo hora de que “trabaje” un poco. No tenía muy claro de qué libro hablar esta vez, pero al final me han venido dos a la cabeza que me han parecido muy interesantes. Antes de leerlos ya pensaba yo que serían muy asépticos (se ve que Thomas Mann me creó trauma) pero como suele pasar, lo de prejuzgar y generalizar me condujo al error. Bien, no me enrollo más, al tema:

Demian (Hermann Hesse)


“Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi. ¿Porqué había de serme tan difícil?”

Esta es la primera frase que se puede leer, y básicamente resume el contenido de la novela (una novela muy corta por cierto, 204 páginas en mi edición de Alianza editorial, muy barata además. Lo compré cuando estaba en el instituto y me costó 700 pelas) Hesse, que era antinazi, la escribió después de la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia del joven Emil Sinclair, quien tenía la peculiaridad de estar marcado por un estigma: “el estigma de Caín”. En la Biblia, aquellos que estaban así marcados eran los malditos, los vendidos al diablo. Unos apestados. En este libro son también unas personas con quién la gente no se encuentra a gusto ¿Por qué? Porque van más allá de la apariencia. Cuando Emil era un niño, ya se planteaba la existencia del bien (su hogar) y del mal (lo externo). Y se sentía, por supuesto, más atraído hacia lo segundo. Fue en aquella época cuando tuvo su primer contacto con Demian, que se convirtió en su guía espiritual. Él le hacía cuestionarse todavía más sus creencias, religiosas o sociales. Y así, vemos como Emil se hace adulto buscando su personalidad convencido de que la humanidad tiene mucho más potencial del que parece.


Opiniones de un payaso (Heinrich Böll)

En este caso reinan total y completamente la ironía y el humor (sin perder su seriedad.) Critica la hipocresía y el materialismo de la sociedad, a través de la historia de la figura, un poco patética y bastante tierna, de un payaso alcohólico que ya no tiene trabajo y que ha sido abandonado por su mujer. Böll era al parecer muy religioso, y eso es algo que se deja ver en la novela. Hay mucho inconformismo en ella. No sólo social, quiero decir. Dice Hans (el protagonista) una frase que me llamó mucho la atención, y era algo así como “mi dolencia más atroz es mi inclinación a la monogamia” No es que sea una frase que me sirva, como en el caso anterior, para resumir el contenido de la novela. En absoluto. Pero es que me parece muy buena. Es un ejemplo de cómo Böll pone en entredicho la moral (doble) de la sociedad en que vive. Lo escribió en el 63, pero podría haberlo escrito la semana pasada. No han cambiado tanto las cosas, al menos en el aspecto del mundo que nos quiere mostrar.


Por último, y aunque tampoco es que sea lo más importante, decir que tanto Hesse como Böll han ganado el Premio Nobel en los años 46 y 72 respectivamente. Y aquí termino por hoy. ¡Hasta más ver!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la eleccion de Herman Hesse(a Böll no lo conozco),sólo lei el Lobo estepario y me parece un libro increible,asi q me animare a leer Demian pq además Hesse era una gran persona