Venga, va. Lo voy a
hacer. Va por ti. Siento que sea un churro pero la verdad es que tienes razón y
¡qué demonios! el cómic está genial. Vale la pena pregonarlo a los cuatro
vientos. Por lo menos lo voy a intentar. (Bueno, decir que esto es cuatro
vientos…)
Entré en la tienda a por un cómic para los chicos BLB y salí
con Marzi egoístamente aferrada a mí. Marzi
1984-1987: la Polonia comunista vista por una niña. Era irremediable. Flechazo. El título, los dibujos, la letra abundante
(sigo con mi falta de educación visual a cuestas, parece mentira), el hecho de
ser la historia de una chica de más o menos mi edad en un país como Polonia
que, vete tú a saber porqué, es un país que siempre me llamó la atención y del
que apenas sé nada… En fin, estaba hecho. Luego resultó ser que del tema del
comunismo allí poco he podido aprender porque, al fin y al cabo, una niña de
ocho años tampoco puede ofrecer una visión muy amplia del tema, pero, la
verdad, al final eso da igual. Se ven los detalles cotidianos y se intuyen
algunos hechos históricos. Suficiente. En realidad hablar del comunismo no es
el objetivo, sólo el contexto. Igualmente no cometí un error comprándolo y
hasta me atrevo a afirmar que es de lo mejor que he leído este año.
La historia está dividida en capítulos cortos que cuentan anécdotas
independientes: jugar o pelearse con las amigas, hacerse los agujeros de los
pendientes, jugar a que los dibujos de la alfombra son carreteras, ir al pueblo
de los abuelos en vacaciones, aguantar misas aburridas, pasar la Navidad en
familia (este capítulo concretamente está muy chulo porque explica unas
tradiciones muy curiosas), tener miedo porque los mayores están visiblemente
preocupados y no te explican nada… Cosas, en definitiva, que todos podemos
entender aún. Y no es sólo que nos acerque nostálgicamente a otros tiempos y
que podamos empatizar con Marzi perfectamente en muchas situaciones, es que algunas
están contadas de una forma tan graciosa que al menos una carcajada se acaba escapando
entre muchas risitas por lo bajini. Los dibujos son intachables y contribuyen
en buena medida a esto que digo. En fin… Que me ha gustado un montón, hasta
para releer más adelante. No hace falta decir que es un regalo excelente para
estas fechas (y para cualquier otro momento, claro). Además, por suerte para todos nosotros, ¡hay otros libros de Marzi! Marzi 1989: la Polonia comunista vista por una niña ya está
publicado en español y, esto no hace
falta decirlo, supongo, está igual de bien. Sigue la misma estructura y se
puede leer independientemente de que se haya leído el otro. Otra cosa es que
una vez leído uno, quieras leer el otro a toda costa (como fue mi caso. Por
suerte, los chicos de BLB estuvieron atentos, así que tengo mucho que
agradecerles). Resumiendo: ¡altamente recomendables!
Nada más que añadir. Diría que intentaré ser más constante
pero apuesto a que, al final, este blog se acabaría pareciendo al cuento de
Pedro y el lobo y eso sería muy triste. Dejémoslo en que seguro que después de
esta, habrá otra entrada. Cuando sea, aquí nos vemos…