20 abril, 2006

VACACIONES SANTILLANA

Estas vacaciones se las he dedicado a Paul Auster. Una amiga mía me había hablado muy bien de él, así que me decidí a comprar su última novela, “Brooklin Follies”. Es fácilmente digerible y algo entretenida, pero la verdad es que me decepcionó. No pasa, para mi gusto, de ser un libro del montón. Del montón de los que se dejan leer sin más, no del montón de los malos, me refiero. Auster, como escritor, sabe hacer su trabajo, pero los personajes me parecieron bastante planos, un poco insulsos. Y su historia es poco, o nada, innovadora. El narrador es un hombre mayor que después de divorciarse de su mujer se instala en Brooklin, donde pasó su infancia. Allí se encuentra por casualidad con su sobrino, un treintañero que había sido una joven promesa universitaria pero que después decide abandonar su estilo de vida, cambiándolo por la más absoluta dejadez y apatía. Creo que esto es lo que quería reflejar, pero no creo que lo consiga exactamente. No si uno no se mete en los principios americanos conservadores, y eso que Auster se muestra en contra de los Republicanos. Muy por encima, claro. Al fin y al cabo no es un libro sobre política. El sobrino, simplemente, curra en una librería, en lugar de ser catedrático en Yale y además no tiene novia porque es muy tímido e idealista con las mujeres. Pero al tío le parece fatal. Hay una historia un poco interesante por el medio, la del oscuro pasado del dueño de la librería, pero la cuenta rápido. Luego está también la historia de la sobrina y su hijita… No sé. No me ha convencido nada.
Para contrarrestar, mi amiga me ha dejado otro libro. “El libro de las ilusiones”. El título me recordó a otro de Kundela que leí hace unos meses… “El libro de la risa y el olvido” Una cosa no tiene nada que ver con la otra, ya lo sé. Pero por alguna razón que se me escapa, cogí el libro con cariño desde el principio. Y este sí que es bueno. Los personajes me parecen igual de planos, no tienen matices y son cutres en cuanto a personalidad. El protagonista es un hombre destrozado por la muerte de su mujer y “sus pequeños” en un accidente de avión. No quiere saber nada del mundo y su nuevo amiguito es el whisky. Un día se tira en el sofá a ver una peli muda… y entonces descubre que su vida no ha terminado, porque el actor Hector Mann le ha hecho sonreir. Y si todavía puede sonreir, hay esperanza. Bla, bla. Ahora viene lo bueno: El tal Hector Mann había desaparecido muchos años atrás y nadie había vuelto a saber nada de él. Para ocupar su tiempo en algo, David Zimmer (el protagonista), escribe un libro sobre las copias que quedan de sus películas. Y cuando lo publica, recibe una carta de la que dice ser la esposa del tal Hector Mann, invitándolo a un rancho cerca de Alburqueque, que es donde vive Mann en la actualidad. Auster hace muy bien dos cosas: primero, describe las pelis que Zimmer va viendo de forma muy concisa, plano a plano. Independientemente de que los argumentos sean buenos (que lo son, o al menos interesantes) me ha llamado la atención el modo de escribir sobre ellos. Hace muy creible la existencia de las pelis, parece que realemente las está viendo. Segundo, la historia de Hector. Zimmer llega a averiguar lo que había motivado la desaparición del actor y todo lo que le ocurrió después. Esa historia es muy buena. Es creible, no es tópica y consigue captar el interés desde el principio.
Cuando me gusta mucho un libro, intento leerlo poco a poco, para que la sensación que me produce dure más (nota: no estoy pirada, que conste) Pues eso no me había pasado desde el verano (“El dios de las pequeñas cosas”) Y, por fin, ha vuelto a suceder...

09 abril, 2006

ESCUPIRÉ SOBRE VUESTRA TUMBA (Boris Vian)



Lleva sangre negra, pero su apariencia es la de un blanco (cuestiones genéticas que escapan a mis conocimientos o licencia literaria de Boris Vian). Y está furioso. Furioso porque la familia de la chica (blanca) de la que se había enamorado su hermano (negro, de apariencia negra) se lo ha cargado precisamente por eso, por ser negro. Y él, Lee, el protagonista, clama venganza. Es un personaje un poco amoral tal vez (quién soy yo para decidir qué es moral y qué no). Ha decidido tirarse a dos blancas ricas y luego cargárselas (a priori, moral, moral… no es, ¿verdad?). Es fuerte. Un poco impactante. Crudo. Abundan los pasajes de sexo y de violencia… de ambas cosas a la vez, incluso. Un poquito sádico, el fulano, hay que reconocerlo. No es un Dantés obsesionado con la venganza ni una Lady Macbeht corroída por los remordimientos. No. Él ha decidido que la muerte de su hermano no quedará impune y se toma su tiempo. Con mucha sangre fría. De hecho, parece que disfruta. Bueno… no lo parece, disfruta fijo. Y si no leedlo, ya veréis (también es cortito, lo digo por si no tenéis mucho tiempo)

He leído también La espuma de los días, pero la historia y el tono son completamente diferentes, aunque recuerdo que me lo leí en una tarde. En este mezcla cosas reales con otras que podrían pertenecer más al mundo onírico. Es una historia de amor muy triste…

Supongo que en breve me pasarán más libros de Vian. Creo que va camino de convertirse en uno de los autores que no pasan por alto en mi vida. Por si a vosotros también os interesa saber algo más de él, os dejo este link:
http://www.obyron.com/hue00/borisv/obra.htm

Y nada más por hoy. Volveré ;)