16 febrero, 2006

EL MAESTRO DE ESGRIMA

Hace ya tiempo que lo he leído. Y cuando digo tiempo, quiero decir años. (Reflexión chorras: para mi, hasta hace no mucho decir “hace tiempo” abarcaba mucho menos ¡Me hago mayor!) Pero a lo que iba: que a pesar de todo me acuerdo bien. Es uno de esos descubrimientos que hace que te enamores de un escritor o que lo tomes como referencia. Eso me ha pasado a mí con Pérez –Reverte. Afortunadamente, el enamoramiento se acaba pasando (¿he dicho “afortunadamente”?)Y es que Reverte ya no es mi favorito (aunque pienso ir de cabeza a una librería en cuánto salga el mes que viene El pintor de batallas, porque me tiene buena pinta, parece que vuelve al personaje tipo Corso, ese hombre fatal, solitario…Y, por supuesto, en noviembre otra vez, porque creo que por fin saca la siguiente entrega de Alatriste) Con El maestro de esgrima logró engancharme. A él sucedieron casi todas sus otras novelas y relatos y, por supuesto, su columna semanal, que no dejaba de leer por nada del mundo. Esto ha sido así hasta hace poco. (¡Vaya! Hasta hace dos o tres años…¿veis a qué me refería antes?) En fin. Este libro es de esos que se leen con pasión, que se devoran, que te permiten vivir en otros tiempos mientras husmeas por sus páginas. Honor, traición, una mujer misteriosa y seductora, un hombre desengañado del mundo, etc. Mezcla Historia con un poco de novela policíaca y tienes una historia que atrapa (decídselo a Dan Brown, si no. Claro que él inventa y además usa frases cortas… así vende, el tío!) Pero para centrarnos, mejor cuento el argumento ¿no?

Jaime Astarloa es maestro de esgrima en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX. Es un momento político delicado y ya se sabe, la cosa está chunga. No te puedes fiar ni de tu madre. Así que el honor… El honor es un valor pasado de moda. Como su profesión. Pero a él no le importa. Todo lo contrario, el honor y la esgrima son lo principal en su vida. Hasta que un día la enigmática Adela Otero llama a su puerta. Joven y guapa (no podría ser de otro modo) le pide que le dé clases. Astarloa no está convencido de que sea una buena idea ...(qué retrógrado) pero acaba aceptando porque la chica sabe manejar muy bien la espada. Insólito. Sorprendente. Poco después una serie de sucesos extraños dan un poco de vidilla a su existencia (asesinatos y cosas así) y de algún modo el viejo maestro sabe que él tiene la clave de todo.

Se lee de un tirón, hacedme caso J