28 mayo, 2005

EL CONDE DE MONTECRISTO

Si alguien me pide alguna vez que le recomiende un libro, sin dudarlo le recomiendo este. Supongo que está suficientemente alabado ya, y que no es para nada necesario que me ponga a elogiarlo a estas alturas. Pero por si acaso no ha caído aun en manos de quien lea esto…
Se han hecho unas cuantas versiones cinematográficas de ella (y de otras novelas del mismo autor) ¡Ay, si Dumas levantara cabeza! Es evidente que no debe ser nada sencillo adaptarla…pero ¿no le sonaría de nada a los productores esa famosa frase “si lo haces, ¡hazlo bien!”? En fin. Si aun no habéis leído el Conde de Montecristo, no cometáis el error de verlas, y si ya lo habéis cometido… incluso entiendo que no queráis leer el libro (a parte de que suele asustar bastante por ser un tocho de tres pares de narices) Dicho esto, y aunque seguramente sea un pelín redundante, voy a contar un poco de qué va:
Edmundo Dantés es un joven pobre, noble, apuesto… ( lo de apuesto es de mi cosecha, le va al personaje) que trabaja como marinero para el señor Morrel. La novela comienza cuando él llega a Marsella, donde lo esperan su padre y su novia Mercedes, con quien va a casarse, por fin, pues le han ascendido a capitán del barco, tras la muerte del anterior. Pero ¡qué mala es la envidia! (aquí aparecen los malos) Fernando, primo de Mercedes, está enamorado de ella también, y Danglars cree que él merece más ser el capi. O sea, que lo empapelan hasta arriba. Se buscan una excusa (lo acusan de conspirador contra el rey, estamos hablando de la época en que a Napoleón lo confinan a la isla de Elba) y lo encierran de por vida en el Castillo de If, una fortaleza en medio del mar (muy al estilo de la Roca, pero en plan siglo XVIII. Por cierto, en este punto aparece otro personaje que también se la juega a Dantés por intereses personales) El fulano allí se desespera, lógicamente, hasta q conoce a otro preso, un viejecito de quien todos piensan q está como una cabra (el abate Faria) ya q dice ser el poseedor de una inmensa fortuna escondida en una isla. La vida en prisión cambia desde este momento y ambos deciden escapar juntos. Lo consiguen (cada uno a su manera) y Dantés vuelve a Marsella comprobando que todo ha cambiado radicalmente. Sus enemigos han conseguido todos sus objetivos y además está forradísimos. Ya os podéis imaginar el cabreo del chaval. Quiere vengarse ¡Y vaya que si se venga…! A partir de aquí, simplemente no se puede dejar de leer. Edmundo cuenta con la fortuna del abate Faria y con una mala leche…que ¡vamos! El plan que traza para vengarse es llevado a cabo con precisión y paciencia, a lo largo de cientos de páginas realmente apasionantes. Aunque no todo es odio. El coranzocito de Dantés tiene también en cuenta a todos aquellos que no lo traicionaron y vela por su felicidad.
Esta es, sin duda, la novela más romántica que he leído (y romántica no es lo mismo q ñoña, ojo, lo digo en el sentido literario) Las pasiones están elevadas a su máximo exponente: en primer lugar, el sentimiento de injusticia, que corroe al lector de una manera excepcional, y en segundo, esa necesidad de venganza a cualquier precio. Esta ha sido, para mí, la novela que más huella ha dejado. Hay una secuela, dicen que no escrita por el propio Dumas (ni por su negro Augusto Maquet, quien colaboró con él tanto en El conde de Montecristo, como en los Tres mosqueteros y otros de sus éxitos) si no por un portugués cuyo nombre no recuerdo. El propio Dumas renegó en su momento de La mano del muerto (así es como se llama ¿a que el título es muy sugerente?) Aunque el estilo es bastante parecido, la trama no tiene comparación. De verdad, si podéis, no dejéis de leerlo, que ahora en veranito, entre pachanguita y cañita (y estudiar, lo sé, lo sé…) seguro q encontráis un hueco. Qué aproveche, si gustais.

14 mayo, 2005

BIENVENIDA


Aqui comienzan las andanzas de Anikaa!