17 septiembre, 2005

LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS

Torrente Ballester es una de las mejores aportaciones de Ferrol al mundo, junto con J.V
( hablando siempre desde mi punto de vista jejeje)

En Los gozos y las sombras (integrada por “El señor llega”, “La Pascua triste” y “Donde da la vuelta el aire”) la acción tiene lugar en Pueblanueva del Conde, que creo que es un pueblecito de As Rías Baixas que en realidad no existe, en los últimos años de la República. Allí vuelve tras quince años de ausencia Carlos Deza, un psicólogo no muy satisfecho con su vida. Su sorpresa es mayúscula cuando descubre que los habitantes lo esperan con cierto entusiasmo porque piensan que él será la persona que los libere de “la tiranía” de Cayetano Salgado, el dueño del astillero que da de comer a las familias. También lo espera Doña Mariana, descendiente de la estirpe de los Churruchaos, aristócratas que no tenían lugar en ese tiempo. Es pariente lejana suya y antigua amiga de su padre. La única habitante del pueblo que aún puede hacerle frente a Cayetano. Es valiente y astuta y poco a poco consigue que Carlos se implique en la lucha por impedir el dominio de los Salgado.

Por supuesto esto es sólo la base sobre la que Torrente Ballester construye una novela psicológica de estructura clásica (me recordó un poco a Clarín e incluso a Pérez Galdós) pero con un asombroso modernismo a la hora de tratar las historias de los múltiples personajes, que la hace muy diferente. Carlos se convierte en el confidente de los habitantes de Pueblanueva y así podemos conocer sus conflictos religiosos, políticos o sexuales (sorprende especialmente que en una novela de esa época se trate el tema de la masturbación femenina, por ejemplo) Es interesante el modo en que el escritor trata a sus personajes, sin juzgarlos. No hay buenos ni malos, ni existe un protagonista-héroe. De hecho, aunque Carlos sea el protagonista, podría decirse que hay varios co-protagonistas, como los ya mencionados Cayetano y Doña Mariana, o Clara que es quizá el personaje con más matices, que alcanzan una posición en la novela muy relevante.

Expone una gran variedad de caracteres, de pensamientos, de situaciones…Y lo hace de forma creíble. Gonzalo Torrente Ballester tenía esa peculiar forma de narrar que consigue emocionar. Que consigue que te intereses por la historia y que les tomes cierto cariño a los personajes. A veces pasan cosas que no nos gustan, pero precisamente el modo en que las cuenta hace crecer un sentimiento como de “la vida es así”, cuando con otros escritores la sensación que a uno se le queda es más de “¿Cómo se le ocurre escribir esto?”
Antes de leerla pensaba que se me haría pesada, pero me motivó su autor y fue una grata sorpresa (¡otra vez!) Siento repetir tanto esta palabra, pero es que es lo que hay. Flipé porque no esperaba encontrar ni la mitad de lo que allí había. Por eso quise escribir ahora sobre ella, aunque soy consciente de que tengo poco poder de convicción, a lo mejor alguien se anima a leerla también.

1 comentario:

Anikaa dijo...

Me extráñó cuando el otro día, hablando de este post, se mencionó un error en el título de la Saga fuga de J.B, más que nada porque no recordaba haber hablado de él. Ya entendí lo que pasa... Lo de J.V era una coña frívola y estúpida sobre cierto ferrolano extremadamente atractivo (y gay, of course)
Corramos un tupido velo...